Gabriel Rodríguez Bustos
Periodista y escritor

EL ACCESO AL AGUA ES UN DERECHO HUMANO

Según el último Censo al que se tiene información (año 2017) en Chile 383 mil viviendas carecen de acceso a agua potable.

Otros informes nos muestran lo siguiente: el 47 % de la población rural en Chile no tiene abastecimiento formal de agua potabilizada y de calidad. Hay 81.643 familias que residen en 969 campamentos en el país. El 98% de las familias que viven en campamentos no tienen acceso a agua potable (Catastro Nacional de Campamentos 2020-21). En síntesis, cerca de 1 millón de chilenos aún carecen de acceso formal a agua potable, afectando de manera fundamental su derecho a la salud y al bienestar humano básico

Aunque el derecho al agua no se expresa textualmente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobada en 1948, en su artículo 25 está contenido implícitamente cuando dice: “Toda persona tiene derecho a un nivel adecuado de vida que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar…”

Posterior a esa Declaración que establece y compromete a los Estados a respetar los derechos esenciales de toda persona, una diversidad de documentos y acuerdos internacionales expresan claramente que el Derecho al Agua es parte fundamental para una vida sana y digna. Entre los más recientes: la

Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos en 1996 (Hábitat II). En noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales aprobó su Observación Nº 15 sobre el Derecho al Agua. El año 2010 nuevamente un pronunciamiento de la ONU reconoce explícitamente este derecho

En nuestro país el Código de Aguas de 1981 establece como prioridad absoluta el uso de las aguas para el consumo humano y el saneamiento, cuestión que no siempre se cumple, especialmente en zonas de sequía.

Que tantos chilenos y chilenas vivan sin acceso a este bien esencial para una vida digna debiera motivarnos a cuidar este beneficio que en el caso de nuestra Cooperativa ha sido fruto del esfuerzo y compromiso de varias generaciones. Muchos vecinos visionarios y generosos han entregado parte de su tiempo y sus capacidades para hacer realidad, y a un precio justo, este servicio. Algunas de las propuestas que los organismos especializados han realizado en este ámbito es que el costo del agua no debiera exceder el 3% del ingreso familiar.

Valoremos y cuidemos este recurso fundamental para una vida saludable.

“Cuídala como cuida ella de ti
Brinca, moja, vuela, lava
Agua que vienes y vas.”

Joan Manuel Serrat